HernanV

Hagamos del mundo un lugar más divertido para vivir.

Búsqueda

"Los vientos de la gracia están siempre soplando, pero tú debes alzar las velas."
Ramakrishna



La vida es una constante búsqueda. De hecho, el verdadero valor de las cosas no está en los objetivos completados o las empresas terminadas, sino en el camino que recorremos hacia ellas.

Podemos enfocarnos en buscar el afuera, en destapar rocas, mover nubes, hacer pozos y sumergirnos para encontrar aquello que nos elude. O podemos ubicarnos donde estemos, respirar profundamente, y adentrarnos en nuestro interior.

Todas las veces que una respuesta nos esquive, que un problema parezca no tener solución, o que simplemente busquemos un poco de paz, debemos conectarnos con nosotros mismos. Si el Reino de los Cielos se encuentra en cada uno de nosotros, hoy existe evidencia científica que toda la información del Universo está en nuestro interior. A través del silencio mental podemos lograr más bendiciones que toda una vida de búsqueda exterior.

El sistema nos propone la contraparte: Alimentar el ego, sobreestimularnos constantemente, y buscar hacia afuera. Al no encontrar aquello que buscamos en el exterior, nos desilusionamos, y pensamos que debe haber algo "mal" en nosotros, que no nos permite encontrar las respuestas. Sin embargo, si hacemos el esfuerzo de bajar deciveles y controlar nuestras fieras mentales, todas las respuestas que buscamos aparecerán sin esfuerzo frente a nuestros ojos.

El Universo puede complotarse a nuestro favor o en nuestra contra, los vientos de la gracia pueden llevarnos rápida y suavemente a nuestro destino, o pueden hundir nuestro barco. Como siempre, la decisión es nuestra.

Mucha Luz!

Hernan.

¿Qué sabemos del mundo?

"Lo único que interfiere con mi aprendizaje, es mi educación."
Albert Einstein



A veces me aterra vernos como individuos que tienden a pensar en absolutos. Vivimos discutiendo por cuestiones que damos por sentado, mientras que sabemos tan poco del mundo en el que vivimos.

En los últimos 200 años hemos pasado de ser hombres coloniales que morían gracias a un resfrío, a internautas con equipos de miles de millones de transistores en sus hogares. Los lujos que puede darse un individuo de clase media hoy, superan ampliamente las más grandes riquezas de los reyes de la edad media.

Sin embargo, nuestro afán de "tener razón" no ha evolucionado un sólo centímetro.

Descubrimos cosas nuevas absolutamente todos los días, existen miles de cuestiones que la ciencia literalmente no puede explicar, nos encontramos con ideas, invenciones y tecnología, minuto a minuto, que nos dejan con la boca abierta.

Y sin embargo, podemos empezar una pelea, una cruzada y hasta una guerra por convicciones que parecen más "reales" que otras.

Yo me pregunto, ¿No será hora de darnos cuenta lo poco que sabemos de este mundo?

Cuando lo hagamos, con humildad y sinceridad, comenzaremos una nueva etapa del conocimiento, donde las barreras de los prejuicios no hagan mella a la hora de la verdad, donde el sol de la verdadera razón ilumine el corazón de los hombres, y donde espiritualidad y ciencia puedan darse la mano sin anteponer intereses económicos.

Recordemos que no sabemos muy bien de qué forma se gestan nuestras opiniones. Venimos recogiendo algunos datos de allí, otros datos de aquí, otros pocos datos de por allí, y generamos una opinión con parches de información. Y sin saberlo, defendemos a muerte nuestras concepciones del mundo. Veremos que las opiniones no tienen nada que ver con el conocimiento, sino que son una cuestión de orgullo.

Me volveré a preguntar, ¿No será hora de darnos cuenta lo poco que sabemos del mundo?

O mejor aún, ¿No será tiempo de entender la naturaleza infinita del universo, y recibirla con amor?

Mucha Luz!

Hernan

Violencia

"El hombre nació en la barbarie, cuando matar a su semejante era una condición normal de la existencia. Se le otorgó una conciencia. Y ahora ha llegado el día en que la violencia hacia otro ser humano debe volverse tan aborrecible como comer la carne de otro."
Martin Luther King Jr.


La violencia solo se detiene con introspección.

Aquellos impulsos que nos recuerdan de nuestro pasado animal solo pueden detenerse a través del entendimiento, la calma y el agradecimiento por los mismos. Recordemos que en algún momento sirvieron de refugio y ayuda en momentos peligrosos, y hasta el día de hoy podemos obrar milagros gracias a los impulsos animales que vienen desde las vísceras.

Sin embargo, la sociedad nos induce a la represión. Y sabemos que todo lo reprimido vuelve agigantado. Los actos de violencia, de locura, los suicidios, la falta de atención, los cánceres, entre muchas otras cosas, son producto de la represión que se genera en nuestra sociedad.

Debemos entender que, a pesar de nuestros intentos por hacerlos desaparecer, el ser humano es naturalmente dual. Sino fuera de esta manera, sino existiera la posibilidad de experimentar rabia o dolor, tampoco sabríamos el dulce sabor de la paz y el amor. Somos duales, y no podemos separarnos de nuestro lado más negativo.

Solo a través de la introspección, del conocimiento de uno mismo, del silencio diario y de la búsqueda de la armonía podremos entender nuestros impulsos, manejarlos y aprender de ellos. Solo a través de la búsqueda hacia adentro podremos evitar reprimirlos, mientras nos volvemos más felices con lo que somos.

La violencia solo se controla con introspección.

Mucha luz!

Hernan

Cuestiones de Piel

"Hacia donde miremos, encontraremos que los verdaderos obstáculos para la paz son la voluntad, y los sentimientos de los hombres, las convicciones humanas, los prejuicios y las opiniones. Si queremos librarnos de las guerras, tendremos antes que librarnos de todas sus causas psicológicas."


Aldous Huxley



El hombre es su individualidad. Este miedo a la soledad, aunque lo estemos inherentemente, es explotado por nuestro sistema de medios al día de hoy.

Recibimos bombardeos constantes sobre cuán mal nos debemos sentir. Recordemos que una persona incompleta consume infinidad de veces más que una satisfecha con su entorno. Una de las cuestiones que los medios utilizan para explotar el miedo a la soledad son las cuestiones de piel.

El otro, a través de lo que entra por los ojos, es un extraño y siempre es plausible de ser señalado. Nos cargamos de prejuicios sobre los demás, por el sólo hecho de nuestras "diferencias" con él. La vida se vuelve estas diferencias, y hasta nuestros más cercanos son tan diferentes que casi ni podemos soportarlo. Un individuo solo y con baja autoestima, necesita poner a todo su entorno a su altura para sentirse seguro. Esto es lo que logra el sistema, que rebajemos a todos, sin importar de qué manera, con tal de sentirnos un poco más seguros.

Se ha dicho que el hombre es mucho más de lo que se ve a través de los ojos físicos, y todas las personas que se cruzan en nuestro camino pueden sorprendernos con sus regalos si nos permitimos acallar los prejuicios que levantan paredes entre nosotros, y que son estimulados por los medios.

Si deseamos aprender de los demás, hemos de silenciar nuestra mente, y permitir que los tesoros de los demás nos toquen internamente. Las cuestiones de piel han de ser tenidas en cuenta, pero no de la manera tradicional, sino para contentarnos en nuestra unicidad y en la increíble multiplicidad que nos plantea nuestra hermosa Tierra. Simplemente, relajémonos y disfrutemos a los demás.

Mucha Luz!

Hernan

Nuestro Futuro

"Procuremos ser más padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado."
Miguel de Unamuno


Vivir el Hoy no significa dejar de planificar nuestro futuro. Significa tratar de acostumbrarnos a la idea de incertidumbre. Existen puntos clave que hemos de planificar, tales como la elección de una carrera, o nuestro plan para una vida saludable. Pero hay elementos que nos exceden, hagamos lo que hagamos, y no podemos darnos el lujo de preocuparnos sobre ellos.


El futuro en esta sociedad, como todo lo demás, se ve apocalípticamente. Con el problema del cambio climático, la superpoblación urbana, los índices de desempleo, la escasez de recursos valiosos como el agua, y otra gran cantidad de cuestiones no amigables que los medios se encargan de agrandar, el futuro no promete ser demasiado alentador.


A su vez, sin irnos tan lejos, el futuro siempre parece estar forjado en la base del trabajo arduo, el esfuerzo y el poco disfrute. Realizar nuestros sueños es, de una manera u otra, una empresa difícil y hasta imposible, si lo ponemos en términos socialmente reconocidos.


Hemos perdido la capacidad de soñar, entre otras capacidades, y esto es un hecho.



¿Dónde han quedado los verdaderos sueños? Aquellos sueños de realización, de riquezas extraordinarias, de posibilidades de realizar diferencias positivas en el mundo, de fama, fortuna, una vida espectacular. Se han vuelto difusos, borrosos y hasta dolorosos.


Hemos perdido la capacidad de soñar, vuelvo a repetirlo.


Bien, es hora de despertarla nuevamente. Cada Ser en este hermoso planeta cuenta con la capacidad de dar más de lo que cree, de realizar una diferencia positiva, de lograr absolutamente todo lo que se proponga. Se nos han dado las herramientas necesarias para cumplir nuestros sueños más extravagantes. El mundo fue diseñado como nuestro campo de juego y aprendizaje. ¿Y qué estamos haciendo con toda esta potencia interna?


El hombre es un ser maravilloso, dotado de cualidades que hasta hoy son desconocidas por la ciencia formal. A través de indagar en nuestras pasiones, a través de despertar el genio dormido que tenemos dentro, podemos alcanzar esos sueños que hoy parecen imposibles.



Soñar implica también aprovechar los regalos de nuestro Hoy. Soñar no significa escaparle a la realidad, sino planificar, tener intenciones y ser felices, a sabiendas de que todo lo que soñamos se puede lograr. Sin embargo, escapar del Hoy para correr hacia el futuro es una triquiñuela de nuestra mente que debemos aprender a discernir.


El futuro llega más pronto de lo que pensamos. Para lo cual hemos de soñar, visualizar, emprender, pero vivir el Hoy. El futuro se encargará de sí mismo cuando llegue el momento.


Mucha Luz!


Hernan

Nuestra Sociedad

"Lo que acostumbramos a llamar instituciones necesarias, muchas veces son instituciones a las que nos hemos acostumbrado."


Alexandre de Tocqueville



Existe una retroalimentación constante entre lo que la sociedad y el individuo son. Si venimos hablando de que existen individuos con una visión altamente pesimista y decadente de la vida como tal, encontraremos los mismos rasgos identificatorios en nuestras instituciones. A su vez, estos grupos de personas se encuentran desarrollando actividades poco provechosas, y esto forma y edifica a los individuos a través de la socialización.

La diferencia estiba en que la sociedad no puede cambiarse a sí misma, mientras los individuos sí pueden hacerlo.

El problema reside en tratar de cambiar "todos juntos" a la sociedad. Mientras que podemos observar individualismos, unicidades, un infinito crisol de subjetividades, valores, objetivos, funciones, para cada uno de nosotros, ¿Cómo establecer el patrón correcto y homogéneo para cambiar a la sociedad?

En otras palabras, ¿Cómo trabajar en conjunto? Soy un convencido de que si la responsabilidad es de "todos", entonces no es de nadie.

El trabajo, para cambiar a la sociedad y a las instituciones, para arreglar los problemas de corrupción y poder que nos instigan día a día, debe ser individual e interno. Debemos cambiar nuestra forma de ver y experimentar la vida, nuestra forma de relacionarnos con los demás. Recordemos que sólo nos experimentamos a nosotros mismos.

Cuando decidamos cambiar interiormente, y dejar de echarle la culpa al "otro" (en este caso, la institución también es un otro), e invirtamos toda esa energía malgastada en cambiarnos a nosotros mismos, desde nuestra postura de seres hermosamente individuales y únicos, sólo ahí podremos tomar la iniciativa de darle a la sociedad más de lo que ella nos da.

Las instituciones son conformadas por los individuos, y estas agrupaciones generan un resultado mayor que la sumatoria de sus partes aisladas. Si nos convertimos en sujetos sinérgicos, optimistas, enfocados en los regalos que nos da la vida, daremos como resultado instituciones con los mismos patrones de comportamientos.

Hemos de convertirnos en el cambio que queremos ver en el mundo.

Mucha luz!

Hernan

Lo Único que Experimentamos

"Muchas veces, cuando creemos estar realizando una experiencia sobre los demás, la estamos verificando sobre nosotros mismos."
Oscar Wilde



A pesar de lo que nos digan, a pesar de lo que pregonen las instituciones, las escuelas, las iglesias, a pesar de lo que nos inviten a experimentar, existe solo una cosa que realmente experimentamos en el transcurso de toda nuestra vida:

Sólo nos experimentamos a nosotros mismos.

No importa cuánto lo intentemos, lo único que siempre experimentamos, que experimentamos en este momento y que experimentaremos siempre es a nosotros mismos.

¿Y qué tiene de interesante esta afirmación?

No mucho en realidad, salvo que podemos deducir que el Universo nos permite, a través de distintas situaciones, experimentarnos a nosotros mismos. Las situaciones con las que lidiamos diariamente nos permiten experimentar nuestras reacciones, nuestras emociones, nuestra conciencia y nuestros pensamientos. Y si bien podemos llegar a tener un acercamiento a lo que experimentan los demás, siempre lo internalizaremos, como espectadores, a través de los prismas de nuestra propia visión.

Somos los grandes espectadores de este show maravilloso que es el Universo. Y en su sabiduría, el Universo nos hace conscientes para experimentarlo y a fin de cuentas, obtener información sobre sí mismo. Somos la recolección de información universal, la primera línea de pensamiento consciente que permite al Universo experimentarse a sí mismo.

¿Por qué entonces tratar de cambiar las situaciones o a las demás personas?

Somos lo único que jamás experimentaremos. Cambiemos nuestra percepción de la realidad, y cambiaremos nuestro mundo.

Mucha Luz!

Hernan

Nuestras Relaciones

"No hay en la Tierra un ser tan humilde que no se sienta a sí mismo real e importante."

William James 

Somos animales sociales. Es imposible para cualquier persona vivir en el aislamiento y soledad absolutas, por más duro que lo intente. Hasta el más ermitaño posee diálogos consigo mismo, ya que fuimos diseñados para relacionarnos con los demás de manera natural y espontánea. El lenguaje nos lo permite, a diferencia de los animales, y es lo que nos otorga nuestra calidad de seres humanos.



Ahora bien, en un mundo gris y apresurado como en el que vivimos, se torna difícil, sino imposible, quitar esta visión pesimista sobre nuestras relaciones. Al parecer, en la sociedad donde habitamos, las personas están “todas locas”, y nunca nos paramos a preguntar el por qué.



Cada ser humano es un universo distinto. Por su constitución social y subjetiva, podemos afirmar hoy que los individuos son únicos e irrepetibles, y tal cosa como el hombre o la mujer “promedio” no existe. Si bien entendemos esto, no nos han enseñado a internalizarlo.


Bajo este condicionamiento, esperamos que los demás sean iguales a nosotros, y así rechazamos constantemente (a veces a niveles inconscientes) la capacidad que tiene el otro de ser distinto. Las discriminaciones se han impregnado en nuestro lenguaje, y las charlas más coloquiales e informales suelen contener altos índices de discriminación, aunque tal vez no lo notemos.

Yo creo que el problema reside en esperar que el otro se comporte de la misma manera que yo lo hago. Este es un craso error que nos ha llevado a guerras y matanzas, y todavía nos cuesta entender. El otro, por ser diferente, puede no comportarse como nosotros esperamos, y esto es tomado como una falta grave de atención a nuestra moral y a nuestra persona.


En otras palabras, mientras sigamos esperando que los demás nos satisfagan de tal o cual manera, que llenen los vacíos que nosotros mismos nos hemos creado, que terminen con el dolor que nos provoca el rechazo, que respondan a nuestras necesidades instantáneamente, en síntesis, que salven nuestra vida, nunca, jamás, tendremos una relación sana con el otro.

¿Cómo podemos esperar del otro lo que nosotros mismos no podemos realizar?

En la sociedad donde vivimos, nos han enseñado a echarle la culpa al de al lado, al de frente, al que tenemos por jefe, al que nos cría y nos alienta, mientras nuestros interiores permanecen sin ser puestos a prueba. Estamos buscando soluciones externas a vacíos internos.

Si hay algo por lo cual luchar, es por lograr relaciones más sanas y menos apegadas con el otro. Si nos dedicamos a llenar los vacíos por nuestra propia cuenta, raramente necesitaremos del otro para que nos saque de los pozos que nos propone la vida.

Mucha luz!

Hernan



Desde que nos despertamos

"Que el aliento vital te vuelva tierno y fresco como tierno y fresco es un niño recién nacido."

Lao Tse


Venimos a la vida libre de preocupaciones, dispuestos a aprender a cada paso. En un principio, el universo nos provee de calor y alimento, para que nosotros podamos ser felices y disfrutar de nuestra existencia. Tenemos un cuerpo maravilloso que crece día a día y comenzamos a manejarlo lenta pero seguramente. En la medida que crecemos, nos volvemos más conscientes de nosotros y de nuestro entorno, de nuestro límite corporal, de dónde termino yo y comienza el otro.

La vida de un niño es maravillosa, no solo en el nacimiento, sino durante los primeros, digamos 6 a 10 años de vida. Sin presiones, mirando a la vida como lo que verdaderamente es: un sinfín de espectaculares sucesos que nos enseñan día tras día. Es aquí cuando nos dedicamos a jugar, a preguntar, a descubrir y descubrirnos, a aprender y memorizar, entre muchos otros aspectos importantes de nuestro desarrollo. Una gran cantidad de procesos de naturaleza psicofisiológica toman lugar.

Ya desde pequeños, mostramos un gran afán por la naturaleza, por los grandes sueños, por hacer de la vida una experiencia hilarante y hermosa, una gran sensibilidad hacia los problemas de los demás, y una curiosidad que es inherente a todos. Con seguridad un niño se enojará cuando le toque cumplir con alguna “obligación” (salvo que la tome como un juego natural), o cuando los padres intenten quitarle la autonomía que la personita tiene sobre su vida.

¿Qué nos pasa, entonces, cuando adultos?

La falta de comprensión de las necesidades y habilidades del niño, sumado a las acciones que toma la educación masiva, hace que terminemos condicionados frente a un sistema monótono y rutinario, que nada tiene que ver con las actitudes y aptitudes que traemos al nacer. Esto nos lleva a justificar una serie de actitudes que luego afectarán la forma en que nos tomamos las cosas que nos pasan. Sin embargo, como adultos y conscientes de lo que deseamos para nuestra vida, hemos de reeducarnos para lograr los cambios que buscamos.

Lo que el sistema busca reprimir nunca desaparece. Lo que viene con nosotros al nacer, se va con nosotros cuando dejamos este cuerpo. La búsqueda interior nos permite reconectarnos con ese niño que se fue a dormir, presa de los golpes de la vida, y traer nuevamente las esperanzas y el regocijo que nos propone vivir. A medida que nos conectamos con lo que fuimos una vez, reconoceremos cuál era la misión que traíamos a este planeta.

Un adulto vuelto niño, fuera de parece inmaduro (como si la madurez fuese sinónimo de cara larga), podrá disfrutar de una vida más plena, más feliz, más creativa y más expansiva. Tal y como los niños.

Mucha luz!

Hernan

Vivir el Hoy

"Esa engañosa palabra mañana, mañana, mañana, nos va llevando por días al sepulcro, y la falaz lumbre del ayer ilumina al necio hasta que cae en la fosa".

William Shakespeare


Enfrentémoslo: Hemos de vivir en el ayer, siempre en el ayer, preocupados por lo que pasó, interrogándonos qué podríamos haber hecho para cambiar tal o cual situación, o tal vez en el mañana, siempre en el mañana, aturdidos por aquello que todavía no llega, zozobrando en las penurias del placer futuro, y si somos dignos de él. Pero no nos atrevamos a vivir en el Hoy, porque seremos extraños, absurdos, inconscientes, ajenos y hasta malas personas.

Este es el tablero del juego que propone la sociedad en existimos y nos desarrollamos. Vivir el Hoy puede llegar a ser tan peligroso para el sistema que por todos los medios se trata de que las personas se olviden absolutamente del hoy, y enfoquen su conciencia en el ayer o en el mañana. La publicidad, por ejemplo, hace lo suyo postergando el placer para mañana, nunca para Hoy. Por supuesto, esta postura antinatural deviene en una gran cantidad de problemas psicofisicos que no atañen al análisis de este post.

De esta manera, las actividades de riesgo y extremas toman tanto protagonismo en la actualidad, ya que sumergen completamente al participante en el Ahora, en el Hoy. ¿Se imaginan a un piloto de carreras preocupado por lo que hizo ayer? ¿O a un escalador con su mente en lo que podrá suceder mañana? Las consecuencias serían nefastas. Estas emociones que los participantes experimentan durante estas actividades son gracias a enfocarse puramente en el Hoy.

De todas formas, no existe otro tiempo que no sea el Ahora. Cuando realizábamos las actividades de ayer, lo estábamos haciendo Ahora, y cuando realizaremos actividades en el futuro, las haremos en el Ahora futuro. Todo lo que existe, existe en el Hoy, y es imposible realizar actividades que no sean Hoy (hagan la prueba, traten de hacer cualquier actividad mañana, o ayer, estando en el Hoy, verán que es imposible).

Mientras nos preocupamos por el mañana, o por el ayer, el Hoy se nos pasa de largo. Y sólo podemos crear en el Hoy, sólo podemos cambiar las cosas Ahora, sólo podemos construír un mejor futuro En Este Mismo Instante. Los esfuerzos por cambiar el pasado o por apresurar el futuro son inútiles.

El tiempo es una ilusión, sin importar cuán persistente, que la conciencia finita del hombre no alcanza a revelar completamente. Mientras más enfocados en el Hoy estemos, gozaremos de una mayor calidad de vida. Mientras más valor le demos a este momento, nuestro futuro que tanto nos preocupa saldrá de mil maravillas. Vivir el Hoy nos permite crear, nos permite comunicarnos y realizarnos como personas.

Dejemos que los problemas de mañana se resuelvan mañana, y tratemos de mejorar lo que hicimos mal ayer, pero siempre desde la postura de Hoy. Planeemos nuestro futuro, hagamos lo mejor, siempre. Pero vivamos el Hoy, que trae todas las riquezas imaginables.

¡Realicemonos la promesa de hacer del Hoy el momento más espectacular de nuestra vida! A fin de cuentas, es el único momento explotable.

Mucha Luz!

Hernan