HernanV

Hagamos del mundo un lugar más divertido para vivir.

Ellos ya saben

"Escucho con atención a la gente que tiene la razón. Pero prefiero seguir a los que tienen los resultados."
Donald Trump

¿Han visto alguna vez que existen personas a las que todo parece salirles bien? Estas personas tienen el “Toque de Midas”: Todo lo que tocan lo convierten en oro. A donde vayan, las personas caen rendidas a sus pies y los problemas simplemente parecen disolverse. Su sonrisa puede derretir la coraza más gélida y sin embargos son fuertes para defender sus creencias y valores.

De la vereda contraria, encontramos individuos a los que todo parece salirle mal. Son el máximo ejemplo de la Ley de Murphy (hasta parecen llamarse Murphy de apellido). La única nube negra del cielo se posa sobre sus cabezas y llueve durante todo el día. Uno tras otro, los hechos trágicos parecen perseguirlos, y cuando al fin levantan cabeza, viene algo para hundirlos aún más.

¿Qué diferencia a los súper héroes de los cómics de las ovejas descarriadas? ¿Qué hacen esas personas tocadas por la varita mágica frente a quienes los ha orinado un elefante?

Veremos que los primeros de la lista son seres positivos, llenos de luz, seguros de sí mismos y de sus posibilidades de cambiar la realidad. Notaremos también que están siempre sonrientes, y las circunstancias de la vida no parecen golpearlos tan duramente. Se caen, y se vuelven a levantar.

Los segundos, en cambio, mayormente ven la vida gris oscuro. Se quejan, chismorrean y se dejan llevar por lo que dicen los demás. Son adictos a los noticieros y no pueden despegarse de las noticias principales que presentan los diarios. Visitan al médico con frecuencia, y tienen miedo de casi todo. O simplemente se han resignado.

Lo que diferencia a los primeros de los segundos es una simple palabra de siete letras, pero que encierra un significado muy poderoso. Esta palabra es Actitud.

Si somos observadores, nos daremos cuenta que ambos tipos de personas pasan muchas veces por los mismos trances, los mismos problemas y las mismas incertidumbres. No es que unos hayan nacido superdotados, no existe tal cosa como la “ventaja genética”, por más medio masivo que nos quiera convencer.

Simplemente existe nuestra actitud frente a las cosas.

¿Cómo es posible que los primeros aprendan, se muevan y generen con mayor velocidad, éxito y resultados que los segundos?

¡Es solo una cuestión de actitud!

Pongámonos a ver de qué manera se enfrentan a los problemas los exitosos y llegaremos a la conclusión de que tales problemas no existen. Para ellos son “retos” u “obstáculos” para cruzar y hacerse más fuertes.

Observemos cómo los mágicos se toman los inconvenientes de la vida cotidiana, y determinaremos que no existen tales cosas. Para ellos son “oportunidades de mejora” o “cuestiones sin importancia”.

El factor que los diferencia es su actitud. Nuestra actitud frente a las cosas determina los resultados que obtendremos. Y es nuestra actitud la que formará nuestras respuestas hacia los hechos cotidianos.

Con una actitud positiva, curiosa y abierta lograremos muchísimo más que con una cerrada, negativa y poco enseñable. Los exitosos lo saben: Su actitud determina de qué manera triunfan en la vida.

Ellos ya saben que van a triunfar, es solo una cuestión de tiempo. Ellos ya saben que no pueden fracasar, simplemente están aprendiendo.

Ellos ya saben, ¿y tú?

Mucha Luz!

Hernan