HernanV

Hagamos del mundo un lugar más divertido para vivir.

¿Cuál es nuestra misión?

"Si no se tomara la vida como una misión, dejaría de ser vida para convertirse en un infierno".

León Tolstoi


Pregunta filosófica universal, que ha desvelado a más de uno hasta su último respiro. Por supuesto, no intento develar en pocas líneas lo que años de sesuda consideración no han podido. Espero, sin embargo, sentar las bases del debate, así más no sea interno, sobre cuál es nuestra misión en la vida.

Hemos venido hablando de los niños, casi recurrentemente. Verán, para mí ellos son los maestros, conscientes de su naturaleza divina y de su misión aquí en la Tierra. A medida que experimentan y se "socializan", se van perdiendo en trivialidades que el sistema impone. La sonrisa de un niño, la paz que nos irradian, son imborrables de cualquier consciencia. Será que nos traen recuerdos de nuestra niñez, donde todo simplemente parecía encajar a la perfección.

Este rompecabezas universal, donde las piezas una tras otra iban encajando delicada pero perfectamente, sigue su curso. Nosotros, separados de nuestra madre naturaleza, hemos decidido tratar de "controlar" las cosas, creando angustia y ansiedad gracias a nuestra cegera sobre el futuro.

Pero separémonos de los niños un segundo, y volvamos nuestra mirada hacia los animales. Su misión es simplemente Ser. ¿Han visto alguna vez a algún animal con ansiedad o angustia de su muerte? Al menos no que nosotros sepamos. Al vivir cada día al máximo, el animal, en su perfección y conciencia innata, crea una simbiosis con su entorno que no sólo le permite crecer, sino que termina beneficiando a sus alrededores.

Si nos preguntamos cuál es nuestra misión, por qué tenemos conciencia de nuestra muerte y de los otros, puedo llegar a una sola conclusión: El ser humano ES cuando decide serlo. Esto es, el bello animal que somos decide SER por propia decisión, en la medida que se vuelve consciente de su existencia. Si somos hijos de Dios, ¿Qué diablos hacemos experimentando carencias? Bueno, simplemente elegimos experimentarlas.

Estamos manufacturados para vivir en equilibrio, y el desequilibrio lógicamente se siente mal. Estamos creados para vivir en grandes lujos y abundancias, y la pobreza y escasez se sienten pésimo para los que la transitan. Nos diseñaron para sonreír, para sentir las cosas en cada célula de nuestro ser, y es obvio que la separación y la tristeza no nos sientan para nada bien.

Si conseguimos escuchar a nuestro corazón, en la medida que nos dice qué estamos haciendo bien, cuando nos sentimos bien, y qué estamos haciendo mal, cuando nos sentimos mal, descubriremos que nuestra misión es la de llenar a este hermoso planeta de energía positiva, de jugar a cada paso, de aprender a cada paso, y de dejar un mundo mejor al que encontramos para que los próximos puedan disfrutarlo también.

Esta es, a mi entender, nuestra misión. Y que hermosa misión nos han encomendado. Decidamos SER felices, no nos costará más trabajo que decidir no serlo.

Mucha luz!

Hernan