HernanV

Hagamos del mundo un lugar más divertido para vivir.

Sentir

"La incomprensión, más que la imposibilidad de comprender, es la imposibilidad de sentir"


José Narosky


Este post se disparó gracias a una película. Fui al cine ayer a ver "Surrogates" (Identidad Sustituta, traducida), y creo que dejó un mensaje bastante claro. A pesar de no ser una película super taquillera, es realmente la elevación a la décima potencia de lo que se vive hoy, en una sociedad obsesionada con la seguridad, la higiene y la distancia personal.

No voy a quemar ningún cartucho hablando sobre cosas de la película, sin embargo, les recomendaría que la vieran. Nos encontramos atados a ciertos "aparatitos" que parecen ser las maravillas de la nueva era. Si bien es cierto que la tecnología nos aproxima en muchos sentidos, y nos hace las cosas más fáciles, nos abre nuevos canales de comunicación y permite conexiones nunca antes imaginadas, también nos aleja de un factor primordial: El Sentimiento.

El Ser Humano es un Ser Sentiente. Más que un Ser Pensante, el Homo Sentient se caracteriza por la infinidad de receptores nerviosos que tiene a cada milímetro de su cuerpo. Mientras que nos vemos bombardeados de información, publicidad, nuevos productos, por un lado, y fomentados hacia la atomización, la separación y el miedo al otro a través de los medios de comunicación, estos receptores se vuelven perezosos, se obnubilan y finalmente terminan muriendo.

Hoy somos más fríos que nunca, más indiferentes al dolor, o a la felicidad que jamás en la historia del mundo. Y esto se debe a dos cosas:

Primero, al entretenimiento innecesario. Los aparatitos, gadgets, son increíblemente prolíficos en una sociedad ultra tecnológica. Mientras que tenemos un celular, una notebook, un ipod, un GPS, un MP4, un Lavavajillas, un Microondas, una Multiprocesadora, un etc., un etc., un etc., cada vez cuesta más conseguir un techo o satisfacer las necesidades básicas del hombre. Sin estos aparatitos, seguramente la revolución se hubiese venido hace largo rato.

Segundo, la sociedad de la seguridad. A cada paso estamos mirando sobre el hombro, preocupadísimos por la salud de nuestros hijos, esposos, nietos, sobrinos, padres, etc. Nos han inculcado el miedo y la desconfianza, a través de inflar los hechos que suceden. Si se fijan, el 95% de las noticias de hoy son hechos puntuales que han sucedido en un lugar puntual, generalmente sobre temas bien definidos. Al final del día, los medios nos han mostrado más de 1500 asesinatos violentos. Y así, ¿Cómo no vamos a tener miedo de nuestro vecino caníbal, o de nuestro panadero esquizofrénico?

Mi opinión es que, cuanto más uno se preocupa por lo que puede llegar a pasarle, más le pasan las cosas. Mientras una madre le da más Actimel a sus hijos y los deja jugar menos afuera, el niño crece con menos defensas inmunológicas. Mientras menos nos conectamos con el otro, nuestra parte sentiente se va a dormir, y nos quedamos mandando mensajitos de texto.

Un abrazo derrite estos hábitos peligrosos para la conformación de cualquier ser humano. ¿Por qué no lo ponemos en práctica y tratamos de conectar con el otro, en vez de conectarnos a Internet?

Mucha Luz!

Hernan